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martes, 6 de enero de 2009

Un universo llamado cuerpo humano.

Con este artículo te quiero ayudar a entender la complicidad y sinergias que existen en el cuerpo humano. Por medio del estudio podemos llegar a entender, evaluar, diagnosticar y por supuesto, también entrenar.

Casi todos gozamos de buena salud y disfrutamos del ir y venir del día a día, subimos, bajamos, nos sentamos, conducimos, etc... no hacemos reparo por ejemplo, en lo engorroso que es tener un pequeño corte en el dedo meñique, hasta que lo tenemos. Entonces, nos damos cuenta de aquello en donde llega a participar el dedo en cuestión, provocando a su vez, cambios en algunos de los patrones de movimiento.

Si pensamos por un momento en la galaxia en la que nos encontramos colgados con todos sus planetas, estrellas y satélites, y nos detenemos a observarlo, llegamos a la conclusión de una gran verdad, y ésta es que “todo tiende al equilibrio”.
Lo que pretendo con este ejemplo, es haceros reflexionar sobre la totalidad de nuestro cuerpo, es decir, de la dualidad alma y cuerpo. Por ejemplo, hay situaciones de dolor emocional que pueden llegar a hacernos tener lesiones musculares o viscerales y viceversa, tener un dolor muscular o visceral puede hacer cambiar nuestro estado emocional.

Debido a esta totalidad, opino que se ha producido una proliferación de aquellas profesiones que se dedican al cuidado de la salud y el rendimiento. Posiblemente, una de las últimas que está arraigando fuertemente en nuestra sociedad, es la del entrenador personal.

Una de las razones que corroboran la necesidad de este profesional, es su estudio e investigación constante de la fisiología, la anatomía y la biomecánica humana que nos ayudan a analizar la postura, y conocer qué tejidos intervienen y cómo en cualquier movimiento, para ayudar a mejorar nuestra percepción corporal y o tener un mayor rendimiento deportivo. ¿Te has planteado que el levantarse de la cama implica la intervención de todo el cuerpo?

Si analizamos las salas de fitness y piscinas de los gimnasios de nuestras poblaciones, nos daremos cuenta que el monitor, no puede llegar a cubrir la demanda de cada individuo que esté en ese momento en éstas, y ni mucho menos, podrá cubrir la necesidad personal de forma individualizada, por muy sensato, amable y dispuesto que esté a ayudarnos.
Podríamos tener objetivos muy parecidos al de un amigo, pero su cuerpo se comporta diferente, come diferente, camina diferente y piensa diferente. Auque reciba los mismos estímulos, al comparar dos cuerpos distintos, los resultados también lo son.

En definitiva, si decides contratar el servicio de un entrenador personal vivirás una experiencia única, donde no sólo te divertirás, sino que aprenderás a cuidarte mejor, a entrenar correctamente y a entender y respetar tu cuerpo.
Un buen consejo con el que me voy a despedir, es que únicamente compares tu cuerpo con tu propio cuerpo.

1 comentario:

  1. ANIM AMB EL BLOG.

    HI HA MOLT I BONA FEINA AQUÍ DINTRE.

    VICENÇ

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