La Bola del Mundo

________________Vistas desde el camino Schmid

Estas dos semanas de entreno han estado espectaculares, la primera semana fue a nivel de mar por lo que el desnivel acumulado fue mínimo. Descubrí el camino de ronda y la colección de escaleras que tiene, por lo que aproveché para incluir ejercicios de fuerza y aumentar el tiempo de entreno de carrera continua hasta las 2h 30’. La segunda semana, ha sido la antítesis en lo que a desnivel se refiere, mi objetivo como ya sabes es la MAM 2011, y este verano he podido escaparme a Cercedilla en la sierra de Madrid para hacer varios entrenos y empezar a concienciarme de lo que me espera.

Salí a rodar 3 días antes del que había programado para subir a la “Bola del mundo” (2265m). El día anterior salimos a hacer una excursión de casi 8 horas y descubrí el camino schmid. Me gustó tanto, que pensé en añadirlo para el día de la “Bola del mundo”.

Empezé a las 9:30 desde la plaza de Cercedilla que está a 1187m. El ritmo fue algo más tranquilo que los días anteriores, iba a subir del tirón los 1078m de desnivel positivo y el objetivo principal era regresar corriendo.
El primer tramo ascendía a los 1860m donde está la estación de esquí del puerto de Navacerrada, lo hice en 1h 04’. En algún tramo del ascenso me acordé de la excursioncita del día anterior. Tuve suerte porque en pleno ascenso me crucé con el ex entrenador de atletismo de mi padre y los 2 minutitos de saludos cordiales fueron suficientes para alcanzar el puerto con cierta dignidad. Una vez coronado crucé la carretera; ya sólo me quedaban 400m de desnivel positivo. Al encararme a la pista de esquí, me di cuenta de que había olvidado las rampas que me venían encima (no era la primera vez que las subía). Los 36’ hasta llegar a las antenas repetidoras de televisión se hicieron un pelín larguitos, por lo que decidí parar lo justo para beber hacer las fotos de rigor y comer algo mientras empezaba el descenso. Por cierto el nombre de “Bola del mundo” viene precisamente desde la instalación de las antenas, su nombre en realidad es “alto de Guarramillas”.
La bajada fue impresionante, me crucé con varios ciclistas y de verdad os digo que me quito el sombrero ante estos tipos, porque hay que tener valor y estar un poquito “pa ya" además de muy fuerte, para atreverte con semejantes rampas.











Iba muy bien de tiempo eran las 11:30 cuando volvía a cruzar el puerto de Navacerrada para dirigirme al camino Schmid, un sendero chulísimo que cruza los Siete Picos por su cara norte y en el que corres por dentro del pinar, te aseguro que las vistas intentaban paralizarme, a lo que no accedí pues mi retina ya las había disfrutado apenas 24h antes.


Mi próxima parada era en la fuente de la Fuenfria, para rellenar los bidones y afrontar el descenso que me llevaría de nuevo a Cercedilla . Mi sorpresa fue encontrarme cinco vacas y dos terneros haciendo lo que yo tenia pensado, a lo que obvié parar y esperar mi turno. Seguí hacia Collado Ventoso.


____________vistas desde collado Ventoso

Empezaba el descenso con un desnivel muy curioso, el camino estaba lleno de piedras incrustadas en el suelo. Estaba en la calzada romana, un tramo muy bien conservado que unía Segovia con Madrid. Tomé ciertas precauciones pues estaba a unos 11km. de casa y no era un buen momento para torcerse un tobillo.

Al llegar a los 1400m de altitud me encontraba en las Dehesas, una zona de picnic que además tiene una de las piscinas más increíbles en las que he estado. A pesar de su belleza, sólo acudimos los foráneos, si comentas con alguien del pueblo que has estado, la primera pregunta que te suelen hacer es ¿Te has bañado? y es que el agua está muy fría, mucho.


____________calzada romana

Me quedaba el último tramo, el más austero comparándolo con todo lo que había visto ya, aún y así fue el que me dio alas para acabar.

Sin tener los datos exactos creo que hice un desnivel acumulado de 2400m y una distancia de 30km. El crono lo paré en 3h 36’25” te confirmo tus sospechas, dormí como un bendito.

Estoy muy contento de cómo fue la semana de entrenamiento, en especial este que te acabo de relatar, ahora tengo muchas ganas de volver a entrenar con el Gymtonic’s team para afrontar en septiembre nuestro objetivo, la Matagalls-Montserrat.

Saludos.