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jueves, 17 de enero de 2013

Tensegridad


Este post es una pequeña reflexión, con la que pretendo mostrar una puerta nueva a los que no la conozcáis de la cantidad de estudios que intentan de forma exitosa entender y explicar la complejidad de las estructuras que componen el cuerpo humano.

La tensegridad viene del estudio de la arquitectura, desembarcó y se acogió con fuerza para aplicarlo al estudio de las estructuras y el movimiento del cuerpo humano, queriendo ir un poco más allá del concepto de la biomecánica.

Con el paso de los años van surgiendo muchos estudios que analizan el cuerpo humano y nos llevan a infinitas reflexiones que nos alejan mucho de cómo hemos estudiado la anatomía humana hasta hoy. Olvidemos ya que el bíceps hace la flexión del brazo y colabora en alguna acción más.
Es mucho más complejo que un análisis simplista donde aprendimos que  la inserción del músculo insertado a dos o más estructuras óseas producen un movimiento cuando las fibras musculares se contraen.

A los tejidos que de sobras conocemos como, huesos, tendones, ligamentos y músculos le añadimos el tejido miofascial. Posiblemente os sorprenda saber que también lo conocéis. Quizás hayas comido carne y habrás apartado una lamina blanquinosa, elástica, fina y extremadamente resistente que cubre el músculo, eso, es fascia.

El concepto de la tensegridad invierte el pensamiento de lo que hasta ahora conocemos. Pensábamos que los huesos eran la estructura donde se apoyaban los tejidos blandos, y estos hacían el movimiento del esqueleto. Curiosamente la tensegridad nos dice lo contrario a este pensamiento. Explica que los huesos están suspendidos entre estos tejidos, y quien tiene la supremacía del control a la hora de ejercer cambios a nivel estructural es la fascia.

Foto de Josep Ferrer www.canviglobal.com

Si os fijáis en la imagen hay seis palitos suspendidos mediante una goma. Entre ellos no hay contacto alguno, pero si tensión, la cual da estabilidad a la estructura. Si por un momento la goma sufriera un cambio de tensión en una de sus partes, toda la estructura se vería comprometida y sería modificada.

Este ejemplo quiere imitar lo que seria en el cuerpo humano, si la fascia se contrae en algún tramo del cuerpo, todo él  va a ser modificado.
Hay diversas causas que pueden producir cambios estructurales,  traumáticas, emocionales, posturales etc...
Como os decía en las primeras líneas, este post sólo pretende iluminar otra puerta al asombroso mundo de la anatomía humana, tan compleja y maravillosa a la vez.

Si me permitís una aportación a los profesionales que nos dedicamos a cuidar y  aumentar el rendimiento de personas, os anhelo a que seamos capaces de ampliar las miras de los estudios que hemos adquirido y de los que están por venir, para saberlos aplicar y transmitir al cliente o paciente, que está confiando su cuerpo en nosotros.

Creo que el gran reto que tenemos como profesionales es saber aplicar de forma individualizada la teoría adquirida.
Recordemos que estudiamos de forma global y después trabajamos con personas genuinas y únicas.

Saludos.


Ref.

Vías anatómicas de Thomas W. Myers.






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