El 26 de mayo, participé en la XV edición de la BRB. Trabajando con el mismo hilo conductor que me está llevando a ponerme un dorsal en el pecho una vez al mes. Difundir la labor encomiable de la fundación Menudos Corazones.
El mes ha sido muy positivo a nivel de entrenamientos, más intensidad, más calidad, más metros, en definitiva un aumento considerable en lo que a preparación física se refiere sobre todo pensando en la carrera que por el momento nos tiene en lista de espera Cavalls del Vent que se hará en septiembre.
Primer madrugón para una carrera, eran las 5 am cuando sonaba el despertador, tenía una hora de coche hasta llegar a Berga, a las 6:30 empezaban a repartir los dorsales, hacía fresquito estábamos a 4º el cielo despejado y algo que agradecimos fue que no invitaran al viento, la carrera ya era suficientemente dura como para traer a este incómodo adversario.
A las 7:30 sonaba la bocina y salimos los 400 atletas a disfrutar de la distancia, la altura y las vistas. Kilómetro 3'8 primer punto alto, subimos 800 m de desnivel positivo del tirón, no había más tregua que la que tú mismo te dieses para regular lo que acababa de empezar, restaban 22'2 km y yo llevaba 45' me dio por hacer la resta de la distancia que me quedaba y el tiempo que había empleado en cubrirla y pensé que no llegaba a la hora de comer. Un poco de fruta y líquido y en una leve bajada dejé que se recuperaran las piernas para volver a otra tremenda subida que me llevaría a los 2050 m de altura máxima. Cubría en ese punto el km 10 con un tiempo de 1h 38' según mi mente llegaría para los postres. A partir de aquí la carrera daba un giro, respetando la maravillosa ley de la gravedad, todo lo que sube, baja. Me sentí bastante bien durante los metros de desnivel negativo, pasamos por sitios donde la concentración es tan alta que obviabas el peligro que tenía dar un mal paso y caer unos metros más abajo de caída libre, sólo ves los pies del que te precede y mantienes el ritmo que el cuerpo te marca. Precisamente eso fue lo que sentí en el km 20. Quise aumentar el ritmo pero mi gemelo derecho me dio un aviso, "así vamos bien chaval" le escuché porque quería llegar a meta, aunque lo intenté dos veces más, me dejó claro que era preferible llegar corriendo a buen ritmo que no llegar andando y con una lesión.
Y por fin meta, 3h 04' esperé a que colgaran la lista de llegados y comprobé que entré el 31. Me quedé satisfecho y muy emocionado, cuando pienso en por quién lo estoy haciendo la satisfacción es tremendamente mayor. Menudos corazones lleva 5 líneas de salida y 4 metas en mis piernas.
Este mes de junio apretaré un poco más, en Andorra nos esperan 35 km y 5500 m de desnivel acumulado, ya me han avisado, es muy dura, pero como decía un jefe que tuve, lo difícil lo estamos haciendo, para lo imposible, nos estamos preparando.
Recordaos que podéis hacer vuestras aportaciones a Menudos Corazones desde mi página web.
Un saludo.
Por cierto, llegué a la comida.
http://www.flickr.com/photos/clubesquibergueda/8870904749/in/set-72157633770336152
El mes ha sido muy positivo a nivel de entrenamientos, más intensidad, más calidad, más metros, en definitiva un aumento considerable en lo que a preparación física se refiere sobre todo pensando en la carrera que por el momento nos tiene en lista de espera Cavalls del Vent que se hará en septiembre.
Primer madrugón para una carrera, eran las 5 am cuando sonaba el despertador, tenía una hora de coche hasta llegar a Berga, a las 6:30 empezaban a repartir los dorsales, hacía fresquito estábamos a 4º el cielo despejado y algo que agradecimos fue que no invitaran al viento, la carrera ya era suficientemente dura como para traer a este incómodo adversario.
A las 7:30 sonaba la bocina y salimos los 400 atletas a disfrutar de la distancia, la altura y las vistas. Kilómetro 3'8 primer punto alto, subimos 800 m de desnivel positivo del tirón, no había más tregua que la que tú mismo te dieses para regular lo que acababa de empezar, restaban 22'2 km y yo llevaba 45' me dio por hacer la resta de la distancia que me quedaba y el tiempo que había empleado en cubrirla y pensé que no llegaba a la hora de comer. Un poco de fruta y líquido y en una leve bajada dejé que se recuperaran las piernas para volver a otra tremenda subida que me llevaría a los 2050 m de altura máxima. Cubría en ese punto el km 10 con un tiempo de 1h 38' según mi mente llegaría para los postres. A partir de aquí la carrera daba un giro, respetando la maravillosa ley de la gravedad, todo lo que sube, baja. Me sentí bastante bien durante los metros de desnivel negativo, pasamos por sitios donde la concentración es tan alta que obviabas el peligro que tenía dar un mal paso y caer unos metros más abajo de caída libre, sólo ves los pies del que te precede y mantienes el ritmo que el cuerpo te marca. Precisamente eso fue lo que sentí en el km 20. Quise aumentar el ritmo pero mi gemelo derecho me dio un aviso, "así vamos bien chaval" le escuché porque quería llegar a meta, aunque lo intenté dos veces más, me dejó claro que era preferible llegar corriendo a buen ritmo que no llegar andando y con una lesión.
Y por fin meta, 3h 04' esperé a que colgaran la lista de llegados y comprobé que entré el 31. Me quedé satisfecho y muy emocionado, cuando pienso en por quién lo estoy haciendo la satisfacción es tremendamente mayor. Menudos corazones lleva 5 líneas de salida y 4 metas en mis piernas.
Este mes de junio apretaré un poco más, en Andorra nos esperan 35 km y 5500 m de desnivel acumulado, ya me han avisado, es muy dura, pero como decía un jefe que tuve, lo difícil lo estamos haciendo, para lo imposible, nos estamos preparando.
Recordaos que podéis hacer vuestras aportaciones a Menudos Corazones desde mi página web.
Un saludo.
Por cierto, llegué a la comida.
http://www.flickr.com/photos/clubesquibergueda/8870904749/in/set-72157633770336152
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