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jueves, 14 de marzo de 2013

¿Fumas? quizás no sepas esto.

Recientemente ha sido el 11 aniversario de la muerte de un cliente que tuve. Tenía 53 años, muy joven él y más joven era yo que me quedé estupefacto cuando un amigo suyo, cliente mio también me llamó para darme la noticia.

Era hipertenso, se medicaba y hacía muy poco que había decido dar un cambio a su vida, quería cuidarse y mejorar, pero comía lo que quería, fumaba y  giró la tuerca cuando dejó la medicación. 

Hoy empiezo el post de forma clara y directa, repasando un momento duro de mi vida profesional. Aprendí la importancia de prevenir a mis clientes en tener y mantener hábitos saludables y seguir las instrucciones del facultativo.

Por eso cuando os dicen que fumar perjudica seriamente la salud es por que lo hace. Hace años en un centro de fitness donde trabajé, di una charla de cómo dejar de fumar, de todo lo que aprendí durante la investigación al prepararla, lo que más me sorprendió es esto que os explico ahora.

"Don" Monóxido de carbono.
Se produce en la punta del cigarrillo por la descomposición térmica y la combustión del tabaco. Curiosamente, su concentración es mayor en los cigarrillos con filtro.

Penetra en los pulmones al inhalar el humo, atraviesa la membrana de los alvéolos pulmonares, pasa a la sangre y allí se une a la hemoglobina (los glóbulos rojos) desplazando al oxígeno, que es lo que realmente debe transportar esta proteína a todo el organismo.

El compuesto resultante, es que la carboxihemoglobina, pierde su capacidad transportadora del oxígeno. Lógicamente cuanto mayor sea el porcentaje de hemoglobina ocupada por el monóxido de carbono (un fumador medio puede tener hasta un 15%), menos glóbulos rojos quedarán para transportar el oxígeno. Este efecto, evidentemente, está en relación directa con la intensidad del consumo.

El efecto patológico principal del monóxido de carbono, por lo tanto, es la disminución de la oxigenación tisular (que se denomina hipoxia). Esta situación “desgasta” las arteria y los diversos órganos, que se encuentran en una situación crónica de “falta de gasolina”. Ello provoca cansancio, fatiga fácil, aturdimiento, disminución de la agilidad y de la concentración mental y otros efectos similares fácilmente deducibles. 


Explicado de otra forma.
El intercambio gaseoso que se realiza en los alvéolos, es la entrada del oxígeno (que alimentará las células del cuerpo) por el dióxido de carbono, el aire sucio que expulsamos. 
Cuando fumas introduces un gas en forma de veneno que va a alimentar tus células y órganos acortándoles la vida. Ocupando el espacio destinado al oxígeno en los glóbulos rojos. 
Esa es la causa de porqué aumenta la presión sanguínea y las pulsaciones. El cerebro nota que está en ausencia de oxígeno (hipoxia) y tiene que aumentar la velocidad del torrente sanguíneo para alimentar al cuerpo.

Si fumas, cuídate y dale más oxígeno a tu cuerpo.

Salud.




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